martes, 6 de enero de 2009

Palabras hermanas

Perdonen los filósofos y los sabios este escrito. No pretende nada más que reflejar sentimientos personales ante distintas palabras cuyo uso se aplica indiscriminadamente y sin criterio. No digo que el mío sea el correcto. Sólo que intento que sea coherente.

Imagen y apariencia: Me gusta la imagen como representación externa de la esencia de las cosas y desprecio la apariencia como falsificación o invención de esa esencia.

Error y fracaso: El error es positivo. Con él aprendemos. El fracaso es la valoración negativa del error. No me avergüenzan los errores ni los fracasos. Nunca lo habrán sido por omisión. Aprendí a decirme a mí mismo: "Si te avergüenzas no lo hagas y si lo haces no te avergüences".

Reto y objetivo: Tampoco me gustan los retos y los objetivos. Aquello de "voy a demostrar (a los demás y/o a mí mismo) que soy capaz de conseguir esto o aquello". Me parece una debilidad. Quiero conseguir lo que me interesa o lo que debo. Pero por lo que es y no por el éxito del resultado.
Además la palabra “objetivo” tiene un uso potencialmente peligroso. Porque tiene una connotación artificial. El verdadero objetivo forma parte esencial de tu escala de valores. Podrías, pero es innecesario, proponerte hacer bien las cosas. Si hacer bien las cosas forma parte de tu persona (porque así lo has querido) es prescindible acompañarlo de propósitos y objetivos como los que acompañan los primeros días del año.

Justicias: Estas hermanas son quintillizas y, probablemente, de padres diferentes. Englobamos en un solo vocablo conceptos tan dispares como:

Justicia divina: De difícil definición por falta de pruebas ante la ausencia testifical del propio legislador.

Justicia legal: Ley y justicia coinciden en ocasiones. En una democracia auténtica la coincidencia es frecuente. Pero son dos conceptos que no van hermanados necesariamente.

Justicia popular: Sumamente variable. Aquí la aplicación es dispar, según los pueblos y circunstancias, frente a hechos semejantes. Las víctimas de linchamientos dan buena prueba de ello.

Justicia militar: Sin comentarios. Si ponemos en duda la conveniencia de la existencia de una ley militar, su aplicación está de más. Los filólogos dirían que justicia militar es un oxímoron.

Justicia ética: Es la hermana mayor. La más responsable. Cuyo concepto debemos adquirir respetuosamente (el respeto a los demás y a nosotros mismos es su galán inseparable).

Os espero para corregir y completar estas cuatro familias.

6 comentarios:

Kaken dijo...

Hola Juanjo.

Me voy a permitir contarte que no creo en la justicia como viene siendo comunmente entendida y que, a pesar de haberla clasificado muy lipiamente, muy bien, me parece que no la has definido per sé.

¿Cómo definirias la justicia?

Otra cosilla, me parece que el Código por el que se regían los militares se derogó y fué sustituido por leyes especiales, lo miraré porque lo tengo muy olvidado.

Gracias por la entrada.

Elvira dijo...

Como ya te comenté en otro blog, me gusta tu diferenciación de imagen y apariencia. Quizás esta definición de apariencia sería equivalente a lo que yo llamo maquillaje, máscara, o disfraz, según los casos.

De las justicias, me quedo con la ética.

"El error es positivo. Con él aprendemos. El fracaso es la valoración negativa del error." De acuerdo.

Respecto a tu frase "Si te avergüenzas no lo hagas y si lo haces no te avergüences". Bueno... a veces si no me gusta lo que he hecho y tiene mal arreglo, me avergüenzo y me disculpo. Porque si tiene remedio, se hace lo que se tenga que hacer y ya está.

¡Buenas noches!

Juan dijo...

Hola Juanjo. En primer lugar felicitarte por esta entrada tan brillante.

Me ha gustado especialmente la diferenciación entre imagen y apariencia, aunque habría mucho que hablar sobre la imagen....mucho.

Me llama la atención El apartado de justicia ética. Verás, siempre me ha rechinado mucho la palabra "Etica".

Según el DRAE Etica es "el conjunto de normas morales que rigen la conducta humana".

Pero, y aquí viene la cuestión: ¿quién dicta esas normas morales?. Hay muchas éticas, tantas como personas y, en demasiadas ocasiones, no han servido para unir, sino para diferenciar y enfrentar.

De haber una justicia ética ¿quién la impartiría?. ¿Tribunales religiosos, políticos?.

Sólo comprendo la ética personal, la que te guía en la vida para respetar a los demás y respetarte a tí mismo. Cuando la ética pasa de ser meramente individual, una guía meramente personal a ser impositiva, mal tema.

Un abrazo y enhorabuena.

Juanjo Albors dijo...

Os agradezco vuestra visita y me he alegrado mucho con vuestra llegada.

Para tí, Kaken: La definición de de justicia está tan llena de matices que me permitirás no responderte aquí pues lo haré con una nueva página dedicada a ella y aprovecharé para introducir la hermandad entre "Justicia" (la que a veces te hace dudar de ella) y "justicia" (no sujeta a leyes, más personal o colectiva)

Sobre lo que dices sobre el Código militar: No me refería tanto a la situación en España sino en a su situación en el mundo y a lo largo de la Historia. Por eso escribí que "Justicia" y "militar" podría ser un ejemplo de contradicción.

Gracias por tu visita

Juanjo Albors dijo...

Hola, Elvira, sobre la "vergüenza en un error" ya sé que es inevitable. Mi frase es un programa de intenciones para señalar que, como tú dices, lo importante es la posible reparación y el seguro aprendizaje. La previsible vergüenza puede hacerte no reconocer ese error, no frente a los demás sino, peor, frente a uno mismo. Y entonces, ni reparación ni aprendizaje.

Gracias por tus amigos

Juanjo Albors dijo...

Honrado, Juan, por tu presencia y como a Kaken, te diré que tu comentario sobre la ética daría para una página. Además es un tema pendiente, como el de la imagen y la apariencia, que tengo con el diccionario (especialmente el "oficial") que simplifica en exceso los conceptos sin diferenciarlos.

Para mí "ética" y "moral" no sólo son conceptos diferentes sino, en ocasiones, opuestos.

Esta noche me pongo en ello.

Un abrazo, Juan