jueves, 1 de enero de 2009

Miró, la mirada de un niño

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Pasear por la montaña,
leer un libro,
contemplar una mujer bella,
escuchar un concierto …
Que sugiere mi visión de formas, ritmos y colores.
Todo esto formará y nutrirá mi espíritu para que así mi lenguaje cobre fuerza
y sobre todo …
que la Santa Inquietud no nos falte.
Gracias a ella progresará el hombre.
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Joan Miró (1893-1983)
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En Navidad, se cumplieron los 25 años de la muerte de este pintor barcelonés y universal, cuya mirada en las formas y colores tan cerca estaba de la mirada de los niños, antes de que éstos la vean oscurecida por nuestra educación.
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Las fotos y sus textos están extraídos de la web
Fundació Miró de Barcelona

8 comentarios:

Elvira dijo...

No sé si voy a decir una barbaridad, Juanjo. Me gusta mucho Miró, pero como me gustan ciertos objetos decorativos, como me gusta la artesanía popular. Nunca me ha conmovido profundamente como otras obras de arte.

Juanjo Albors dijo...

No es ninguna barbaridad, al contrario. Es la eterna separación entre "no me gusta" y "no tiene valor" que muchas personas mezclan. A mí me pasa lo mismo con Barceló. Recuerdo una de sus primeras exposiciones en la Sala Gaspar de Barcelona. No era conocido. Ví que sus cuadros eran importantes ... pero no me emocionaban como me emocionan los de Tàpies. Demasiado matérico, demasiado abigarrado. Pero su calidad era evidente.

Gracias por tu opinión que por ser la que ha sido tiene doble importancia para mí.

Para compensarte, tengo previsto colgar, conjuntamente con elefanteblancoster, una página sobre Tàpies que éste sí seguro que te emociona ¿o no?.

Anónimo dijo...

No creo que estos cuadros tengan un unico significado, son para cada uno una cosa diferente, a cada uno les motiva, es el mérito del artista, mil y un significados, mil y una miradas, mil y un placer al verlos.

Elvira dijo...

Sí, eso de diferenciar entre "no me gusta" y "no tiene valor" es importante no sólo en el arte sino en cualquier otro tema.

Si hablamos de Velázquez o de Van Gogh, por ejemplo, puedo decir que me gusta y me emociona mucho TODA su obra, en diferentes grados, claro. Pero con Picasso o Tàpies lo que me sucede es que algunos cuadros me gustan muchísimo, otros bastante, y otros no. Mi respuesta es muy desigual según de qué obra se trate.

Me apetece mucho ver qué escribes sobre Tàpies y ver qué cuadros escoges.

Juanjo Albors dijo...

Pues entre lo que he seleccionado, hay una carta de Tàpies a tu padre con ocasión de su casa en la calle Zaragoza.

Y en cuanto al "gusto" y al "valor" ocurre a veces que, si una obra tiene valor, si profundizas en su conocimiento acabe gustándote.

Somos muy limitados y como tal nos comportamos. Ves a saber por qué me gustan más los apuntes de Mali que los grandes cuadros de Barceló, o las acuarelas de Turner que la perfección de Velázquez, o la pintura negra de Goya que sus retratos oficiales.

Tengo muchos temas pendientes con las artes y su apreciación.

Juanjo Albors dijo...

Tienes razón, Xarbet, en que lo importante en la pintura es la emoción que te inspira, como en la música, la poesía y todas las artes. Pero también es cierto que cuanto más sabes de una obra más aumentan tus posibilidades de emoción. Además, los títulos de los cuadros son de Miró y los textos que los acompañan son de la propia Fundació.

Fíjate en el último. Si lo abstraemos de su significado, podrás ver un conjunto de formas y colores que pueden complacerte. Pero si sabes lo que significa ese grito de auxilio hacia Europa, probablemente la emoción aumentará tus sensaciones. Fue creado como un sello de ayuda a España y posteriormente ampliado a cartel. De él dijo el propio Miró:

“En la lucha actual, veo del lado fascista las fuerzas obsoletas, y del otro lado el pueblo, cuyos inmensos recursos creadores darán a España un impulso que asombrará al mundo”.

No pudo ser.

Ese cartel es del mismo año en que Picasso pintó el Guernika y del que el propio pintor dijo:

"Esa pintura no está hecha para decorar las habitaciones. Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo".

Anónimo dijo...

Querido Juanjo:

Muchas gracias por empezar el año con una obra que sencillamente amo, que desde hace muchos años (desde que descubrí entre unas manchas de colores puros la forma de una abeja prometida en el título de un grabado suyo) enciende mis sentidos y provoca que mis sentimientos y pensamientos vayan de la mano, alegres y críticos, por cualquier camino posible. Este hortelano del color es el maestro que uno puede encontrar perdido en cualquier pueblo remoto, alguien que ha hecho que las estrellas sean sus compañeras y comparte contigo su trozo de cielo.

Un abrazo y que tengas un año repleto de alegrías compartidas con los seres cercanos, como tú sabes hacer.

Juanjo Albors dijo...

Sabía que te gustaba Elefante. Creo que acertar con los gustos de tus amigos es todo un placer. También lo es dar a conocer obras que permanecen ocultas en esta avalancha de falsas formas y colores que invaden nuestros ojos, especialmente en estas fechas, y que constituyen un remanso de paz y de inocencia.

Un abrazo agradecido.